Nicolás Bravo
Nació en Chilpancingo, Guerrero en 1784. Después de estudiar la primaria se dedicó a la agricultura en la hacienda de Chichihualco, propiedad de su familia. Bravo y su familia simpatizaron con el Movimiento Insurgente, por lo que se negaron a reclutar a sus trabajadores para el ejército virreinal.
En 1811 se unió a las fuerzas de Hermenegildo Galeana y
participó con Morelos en el sitio de Cuautla, donde se destacó por su valor.
En 1912 su padre, Leonardo Bravo, cayó prisionero, el gobierno virreinal ofreció a Nicolás perdonar la vida de don Leonardo a cambio de abandonar la causa de la independencia. Morelos le propuso a Nicolás que ofreciera a cambio de su padre ochocientos prisioneros españoles.
Sin embargo, el virrey Venegas no aceptó la oferta y Leonardo Bravo fue ejecutado.
Indignado, Morelos ordenó a Nicolás Bravo que fusilara a trescientos prisioneros que estaban bajo su custodia. El joven insurgente dispuso que los cautivos se presentaran ante sus tropas formadas y les contó lo que había sucedido. Luego les preguntó qué debía hacer con ellos; asustados los españoles no se atrevían a hablar. Nicolás Bravo rompió el silencio con sus célebres palabras: “Quedáis en libertad”. Admirando su generosidad y grandeza de alma, los prisioneros se unieron a sus fuerzas. al frente de una pequeña división, en una estrategia magistral, rompe el sitio en el que se encontraba el pueblo de San Juan Coscomatepec, llevándose consigo al pueblo entero. Hecho humillante para los realistas al mando del coronel Luis del Águila. En 1817 es hecho prisionero y permanece en las cárceles con grillos en los pies hasta su liberación en 1820. Más tarde se adhiere al Plan de Iguala. Bravo es partidario del sistema republicano y en su lucha contra el imperio tiene que salir de la capital. Junto con Guerrero y Antonio de León constituyen el llamado “Ejército Liberador” y logran destronar a Iturbide.
El Congreso, en mayo de 1823, nombra un nuevo gobierno compuesto por tres personas, una de ellas es Nicolás Bravo, los otros son Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete. Ellos gobernaron hasta el 1 de octubre de 1824, cuando tomó posesión el presidente Guadalupe Victoria.
Más adelante, al separarse de la Presidencia Santa Anna, nombran a Bravo como presidente interino del 10 al 19 de julio de 1839. Por segunda vez, en 1842 fue nombrado Presidente sustituto y gobierna del 26 de octubre de ese año hasta el 4 de mayo de 1843. Por último ocupó la presidencia de la República del 28 de julio al 4 de agosto de 1847. Nicolás Bravo muere en 1854, en Chilpancingo, Guerrero. Desde 1823 fue declarado Benemérito de la Patria.
Nació en Chilpancingo, Guerrero en 1784. Después de estudiar la primaria se dedicó a la agricultura en la hacienda de Chichihualco, propiedad de su familia. Bravo y su familia simpatizaron con el Movimiento Insurgente, por lo que se negaron a reclutar a sus trabajadores para el ejército virreinal.
En 1811 se unió a las fuerzas de Hermenegildo Galeana y
participó con Morelos en el sitio de Cuautla, donde se destacó por su valor.
En 1912 su padre, Leonardo Bravo, cayó prisionero, el gobierno virreinal ofreció a Nicolás perdonar la vida de don Leonardo a cambio de abandonar la causa de la independencia. Morelos le propuso a Nicolás que ofreciera a cambio de su padre ochocientos prisioneros españoles.
Sin embargo, el virrey Venegas no aceptó la oferta y Leonardo Bravo fue ejecutado.
Indignado, Morelos ordenó a Nicolás Bravo que fusilara a trescientos prisioneros que estaban bajo su custodia. El joven insurgente dispuso que los cautivos se presentaran ante sus tropas formadas y les contó lo que había sucedido. Luego les preguntó qué debía hacer con ellos; asustados los españoles no se atrevían a hablar. Nicolás Bravo rompió el silencio con sus célebres palabras: “Quedáis en libertad”. Admirando su generosidad y grandeza de alma, los prisioneros se unieron a sus fuerzas. al frente de una pequeña división, en una estrategia magistral, rompe el sitio en el que se encontraba el pueblo de San Juan Coscomatepec, llevándose consigo al pueblo entero. Hecho humillante para los realistas al mando del coronel Luis del Águila. En 1817 es hecho prisionero y permanece en las cárceles con grillos en los pies hasta su liberación en 1820. Más tarde se adhiere al Plan de Iguala. Bravo es partidario del sistema republicano y en su lucha contra el imperio tiene que salir de la capital. Junto con Guerrero y Antonio de León constituyen el llamado “Ejército Liberador” y logran destronar a Iturbide.
El Congreso, en mayo de 1823, nombra un nuevo gobierno compuesto por tres personas, una de ellas es Nicolás Bravo, los otros son Guadalupe Victoria y Pedro Celestino Negrete. Ellos gobernaron hasta el 1 de octubre de 1824, cuando tomó posesión el presidente Guadalupe Victoria.
Más adelante, al separarse de la Presidencia Santa Anna, nombran a Bravo como presidente interino del 10 al 19 de julio de 1839. Por segunda vez, en 1842 fue nombrado Presidente sustituto y gobierna del 26 de octubre de ese año hasta el 4 de mayo de 1843. Por último ocupó la presidencia de la República del 28 de julio al 4 de agosto de 1847. Nicolás Bravo muere en 1854, en Chilpancingo, Guerrero. Desde 1823 fue declarado Benemérito de la Patria.
Himno a Nicolas Bravo
CORO
Si en peligro se mira la
patria,
Y a luchas heroicas
nos llama el cañón,
Tremolad la bandera
de Iguala,
Y hagamos del pecho
broquel y bastión.
ESTROFAS
Sufre la patria mísera
El yugo del esclavo,
Y en tierras
veracruzanas
Surge animoso Bravo,
Y a combatir apréstase,
Gritando: ¡ Libertad !
En mil batallas épicas
Su acero centellante
Fue como lumbre
cárdena,
Terrible y fulminante,
Que anuncia en
noche lóbrega
Furiosa tempestad.
En el combate, indómito;
En el sufrir, paciente;
En el dolor, magnánimo;
En el poder, clemente;
Otro varón tan ínclito
El mundo no hallará.
A los destellos fúlgidos
De perdurable gloria,
De orgullo a las
Américas,
Asombro de la Historia,
Como nevada cúspide
Ingente vivirá.
CORO
Si en peligro se mira la
patria,
Y a luchas heroicas
nos llama el cañón,
Tremolad la bandera
de Iguala,
Y hagamos del pecho
broquel y bastión.
ESTROFAS
Sufre la patria mísera
El yugo del esclavo,
Y en tierras
veracruzanas
Surge animoso Bravo,
Y a combatir apréstase,
Gritando: ¡ Libertad !
En mil batallas épicas
Su acero centellante
Fue como lumbre
cárdena,
Terrible y fulminante,
Que anuncia en
noche lóbrega
Furiosa tempestad.
En el combate, indómito;
En el sufrir, paciente;
En el dolor, magnánimo;
En el poder, clemente;
Otro varón tan ínclito
El mundo no hallará.
A los destellos fúlgidos
De perdurable gloria,
De orgullo a las
Américas,
Asombro de la Historia,
Como nevada cúspide
Ingente vivirá.