Heroica Coscomatepec de Bravo
vengo a rendirte férvido homenaje...
mientras cantan las aves, yo te alabo,
contemplando tu mágico paisaje!
Salve!... Tierra Coscomatepecana...
Tu Libertad que se inició en Dolores
también la arrulla fúlgida campana
bajo el lienzo triunfal de
tres colores!
Los verdes inmortales de tus valles...
tus orientes de nardos y arreboles,
vieron pasar a Bravo por tus calles,
burlando a los soldados españoles!
Por ti, noble ciudad, San Juan Bautista
suplicante intercede desde el cielo;
desde el cielo te abarca con la vista
y bendice a tu gente y a tu suelo!...
Heroíca tierra que nacer me viera:
yo te saludo con inmenso gozo;
con voz de viento yo cantar quisiera,
tu gloria soberana, sin embozo...
A tu antigua capilla de San Diego
que fue cuna de aqueste cristianismo
y a tu nueva Parroquia, donde el ruego
de los fieles escucha el Cristo mismo...
Al Volcán Citlaltépetl que es tan tuyo
con su capa de armiño y albo encaje...
que se eleva hacia el cielo con orgullo,
entre el randa irisado del celaje!...
A tus verdes y hermosos tabacales...
a tus hombres, hormigas laboriosas
que sonríen, cosechando en los maizales,
con la frente perlada y sudorosa...
A tus aguas alegres del Tlacuapa,
que nacieron brillantes... cristalinas:
a la sombra del Quiagüis que destapa
el caudal de su risa cantarina!...
A tu danza fastuosa de “Santiagos”
que simulan batallas ancestrales,
entre risas y música, y halagos,
y gritos de los chicos a raudales!...
Al “Correo”, “La Pancha” y “Tata Antón”
de “Tus Negros”, al son de ese violín
que desgrana su ritmo tan dulzón
al bailar: “Maringuilla” y “Arriquín”!...
A tus lunes...(con lluvia o con sol):
de manjar, barbacoa y enchiladas,
cebollejas!... tamales de frijol
y puestos de alegrías garapiñadas.
Canto a tus “Trompadas de Piloncillo”,
rico deleite de todo San Juan...
a tus panelas, a tu jamoncillo,
tus alfajores y al sabroso pan!...
A tus lindas mujeres, que son rosas
con matiz de realismo y de ilusiones;
que son vuelo sutil de mariposas;
que son nido de amor sus corazones...
Sus siluetas, cadencias de palmeras,
se recortan tranquilas y calladas,
y a la luz de la luna, sus quimeras:
las destrenzan en noches estrelladas!...
Hermosa Tú!... Coscomatepecana!...
de alma sedosa... como poesía!...
arrogante y gentil Veracruzana!
Eres el alma de mi fantasía!
Tú!... la hija digna... la esposa abnegada...
la dulce hermana... la madre amorosa...
la santa abuela... Tú!... la viuda honrada...
la anciana virgen!...niña candorosa!
Eres la esencia de esta hermosa tierra
donde el sol brilla más cada mañana,
donde el aire oloroso de la sierra
besa tu sien... Coscomatepecana!
San Juan... tranquila ciudad provinciana,
por ti mi pecho de amor se dilata;
en cantar para tí mi alma se ufana
y en humilde poema te retrata...
Oh Coscomatepec!... querida tierra!...
mi alma recibe en férvido homenaje,
tuya es; como el Volcán que hay en tu sierra!...
como el Quiagüis Añoso de tu Aguaje!
vengo a rendirte férvido homenaje...
mientras cantan las aves, yo te alabo,
contemplando tu mágico paisaje!
Salve!... Tierra Coscomatepecana...
Tu Libertad que se inició en Dolores
también la arrulla fúlgida campana
bajo el lienzo triunfal de
tres colores!
Los verdes inmortales de tus valles...
tus orientes de nardos y arreboles,
vieron pasar a Bravo por tus calles,
burlando a los soldados españoles!
Por ti, noble ciudad, San Juan Bautista
suplicante intercede desde el cielo;
desde el cielo te abarca con la vista
y bendice a tu gente y a tu suelo!...
Heroíca tierra que nacer me viera:
yo te saludo con inmenso gozo;
con voz de viento yo cantar quisiera,
tu gloria soberana, sin embozo...
A tu antigua capilla de San Diego
que fue cuna de aqueste cristianismo
y a tu nueva Parroquia, donde el ruego
de los fieles escucha el Cristo mismo...
Al Volcán Citlaltépetl que es tan tuyo
con su capa de armiño y albo encaje...
que se eleva hacia el cielo con orgullo,
entre el randa irisado del celaje!...
A tus verdes y hermosos tabacales...
a tus hombres, hormigas laboriosas
que sonríen, cosechando en los maizales,
con la frente perlada y sudorosa...
A tus aguas alegres del Tlacuapa,
que nacieron brillantes... cristalinas:
a la sombra del Quiagüis que destapa
el caudal de su risa cantarina!...
A tu danza fastuosa de “Santiagos”
que simulan batallas ancestrales,
entre risas y música, y halagos,
y gritos de los chicos a raudales!...
Al “Correo”, “La Pancha” y “Tata Antón”
de “Tus Negros”, al son de ese violín
que desgrana su ritmo tan dulzón
al bailar: “Maringuilla” y “Arriquín”!...
A tus lunes...(con lluvia o con sol):
de manjar, barbacoa y enchiladas,
cebollejas!... tamales de frijol
y puestos de alegrías garapiñadas.
Canto a tus “Trompadas de Piloncillo”,
rico deleite de todo San Juan...
a tus panelas, a tu jamoncillo,
tus alfajores y al sabroso pan!...
A tus lindas mujeres, que son rosas
con matiz de realismo y de ilusiones;
que son vuelo sutil de mariposas;
que son nido de amor sus corazones...
Sus siluetas, cadencias de palmeras,
se recortan tranquilas y calladas,
y a la luz de la luna, sus quimeras:
las destrenzan en noches estrelladas!...
Hermosa Tú!... Coscomatepecana!...
de alma sedosa... como poesía!...
arrogante y gentil Veracruzana!
Eres el alma de mi fantasía!
Tú!... la hija digna... la esposa abnegada...
la dulce hermana... la madre amorosa...
la santa abuela... Tú!... la viuda honrada...
la anciana virgen!...niña candorosa!
Eres la esencia de esta hermosa tierra
donde el sol brilla más cada mañana,
donde el aire oloroso de la sierra
besa tu sien... Coscomatepecana!
San Juan... tranquila ciudad provinciana,
por ti mi pecho de amor se dilata;
en cantar para tí mi alma se ufana
y en humilde poema te retrata...
Oh Coscomatepec!... querida tierra!...
mi alma recibe en férvido homenaje,
tuya es; como el Volcán que hay en tu sierra!...
como el Quiagüis Añoso de tu Aguaje!
Genaro Solís
Fragmento
A Coscomatepec (Acuarela Lírica)
Declamado en el teatro “José Ma.
Heredia Esperón” en la entrega de
premios de los primeros Juegos
Florales el día 2 de octubre de 1963
Fragmento
A Coscomatepec (Acuarela Lírica)
Declamado en el teatro “José Ma.
Heredia Esperón” en la entrega de
premios de los primeros Juegos
Florales el día 2 de octubre de 1963